PRIMER CONSEJO:
Puesta en libertad de cualquier ejemplar que nuestra conciencia indique como INMADURO. No solo hay que hacer caso de las tallas mínimas, debemos pensar que éstas están hechas para pesca comercial y nos resultan hasta demasiado benevolentes. Nuestro propio criterio es el acertado si somos responsables y sabemos lo que queremos para el futuro. Poner en libertad al PEZqueñin.. nuestros hijos lo agradecerán.
CONSERVACIÓN DE UTENSILIOS Y APAREJOS.
Guardarlos siempre en sitios secos alejados de la humedad y del sol directo. El sol en particular daña con sus rayos ultravioletas los hilos.
Si observamos que los anzuelos no están suficientemente afilados, para lo cual pasaremos el anzuelo por una de nuestras uñas y si vemos que resbala es que no están lo suficientemente afilados, tomaremos una piedra de afilar de grano muy fino y los afilaremos con ella.
Si observamos que nuestros anzuelos están tomando algo de oxido, no demasiado ya que lo mejor será tirarlos entonces, introduciremos los anzuelos oxidados en vinagre fuerte y los dejaremos de 12 a 24 horas. Luego comprobaremos si están afilados, los enjuagaremos y secaremos para guardarlos en lugar seco.
Las empuñaduras de nuestras cañas son las que normalmente se ensucian y deterioran más. Si nuestras cañas tienen empuñadura de corcho y está en muy mal estado, para limpiarlas hagalo mediante una lija de agua muy fina. Si el corcho no está en muy mal estado limpiarlas mediante agua jabonosa y un cepillo sin frotar demasiado fuerte. Si la empuñadura es sintética hágalo mediante agua, jabón y un cepillo.
Si por descuido hemos dejado que nuestras cañas y carretes se vayan ensuciando con el paso del tiempo, habiéndose efectuado depósitos de salitre, minerales y porquerías en anillas de acero, empuñaduras de aluminio o metal, etc. podremos limpiarlas perfectamente con cualquier antical de los que se usan en cocinas y baños. Una vez hecha la limpieza lavar muy abundantemente para eliminar el producto corrosivo.
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